Hace ya más de 3 años salió publicado en el Boletín Oficial del Estado lo que parecía ser el ansiado convenio colectivo que por fin dotaría de un cierto marco legal común a la decena de miles de trabajadores del llamado Tercer Sector.
Pero lo que parecía ser un avance en la defensa de los derechos de los trabajadores se quedó en una suma de buenas intenciones a raíz de la impugnación de dicho convenio por parte de las patronales que agrupan a las fundaciones y entidades que desarrollan su actividad en este sector.
Un rol destacado en “frenar” los derechos de los trabajadores lo tuvo la Asociación Estatal de Organizaciones de Acción e Intervención Social, OEIS (compuesto por cristianas organizaciones como Caritas, Cruz Roja...) los cuales, asesorados por un buen grupo de abogados (probablemente pagados a cuenta de distintas subvenciones estatales) lograron un fallo categórico de tribunales que dice más o menos así: “El convenio… no se adoptó con todas las condiciones y formalidades requeridas para alcanzar la eficacia general propia de un convenio estatutario”. Y apoyándose en estos temas de forma, pues se acabó el cuento y miles de trabajadores nos quedamos sin convenio…
Un rol destacado en “frenar” los derechos de los trabajadores lo tuvo la Asociación Estatal de Organizaciones de Acción e Intervención Social, OEIS (compuesto por cristianas organizaciones como Caritas, Cruz Roja...) los cuales, asesorados por un buen grupo de abogados (probablemente pagados a cuenta de distintas subvenciones estatales) lograron un fallo categórico de tribunales que dice más o menos así: “El convenio… no se adoptó con todas las condiciones y formalidades requeridas para alcanzar la eficacia general propia de un convenio estatutario”. Y apoyándose en estos temas de forma, pues se acabó el cuento y miles de trabajadores nos quedamos sin convenio…
Y es que pareciera que más a menudo de lo que uno piensa, los lobos suelen vestirse de oveja. Prueba de ello es que basta con mirar los que la OEIS define como los objetivos de su organización en los cuales se enumeran grande palabras como: Búsqueda de la justicia social, solidaridad, responsabilidad social, transformación social. Con frases para el bronce como su autodefinición de entidad que busca “Contribuir al desarrollo social y a la vertebración de la sociedad civil, promocionando la participación plena, la defensa de la libertad”. En fin, que las definiciones de las páginas web aguantan de todo.
Sin embargo, más allá de que el Convenio actualmente se encuentre sepultado bajo toneladas de papel en algún tribunal, nos parece interesante que le puedan echar un vistazo a lo que pudo ser y no fue. No se trata de tener una actitud “masoquista” sino de informarse para, en algún momento, retomar lo que queda como tarea pendiente. Asi que ánimo!!!
http://www.boe.es/boe/dias/2007/06/19/pdfs/A26713-26728.pdf
Está claro que una cosa es predicar y otra es dar trigo. Personalmente me parece indigno, pero os estoy siguiendo desde que habéis empezado y lo que contáis de Confavc no es muy diferente de la EOIS, en todo caso es peor, porque creo que vuestra organización NO OS TIENE EL MÁS MÍNIMO RESPETO. Yo os hago una propuesta, os véis con fuerza de iniciar una campaña activa para conseguir desempolvar ese convenio? Decidle a Confavc que se ponga con vosotros al frente de la reivindicación, que hable con la Mesa del Tercer Sector, etc, etc.
ResponEliminaCreo que si les queda un poco de vergüenza igual os ayudan, ahora que están tan interesados en ver el convenio del sector.
Ánimo
Espero que los que opinan, que los trabajadores del tercer sector tienen que ser menos que mileuristes, por que para eso trabajan para el sector social pasen a engordar las listas de defunciones de este país, por que la mayoria o tienen buenos sueldos o chiringos bien montados, o estan liberados por algún partido o sindicato, o estan jubilados,....
ResponEliminaProfesionales como la copa de un pino y motores de muchas de estas organizaciones no podeis estar en el silencio.!!!!
Salud!